La Canción de Adán

Rumba del Cadejos

Letra y Música: Fidel Gamboa

ME CONTARON que a Maceo
cuando vivió en la Mansión,
su compadre Filemón
LE REGALÓ un perro muy feo. Cabezón mal encarado,
de mirada sulfurosa

¡QUÉ COSA más espantosa!
dijo el Titán asustado.

PERO LA NEGRA Tomasa,
famosa por sus consejos,

SINTIÓ PENA y al Cadejos
lo llevó para su casa.
Le dio un baño perfumado,

TRATO Y COMIDA decente,
lo devolvió diferente,
la fiera había domesticado.

DON ANTONIO complacido
por cambio tan radical
LO EDUCÓ y el animal
se volvió su consentido.
Así al fin una mañana,
teniendo su patria lejos

EL GENERAL y el Cadejos
se fueron para La Habana.

LA LEYENDA nos relata
que su alegría fue tanta
que pasearon en volanta

RUMBEÁNDOSE a una mulata.
Armaron un zaperoco
en en un turbio lupanar
cuando los vieron entrar

TOMÁNDOSE un ron con coco.
Pelín pelao, pelín pelana
LA RUMBA DEL CADEJOS en La Habana.

PELÍN PELAO, pelín, pelón,
que se fueron de pindingue pal’ Malecón

PELÍN PELAO, pelín pelento, no se si será cierto, si será cuento.

PELÍN PELAO, pelín pelotas, le enseñaba los colmillos a las mulatotas.
Pelín pelao,

PELÍN PELELE
vió bailar a la abuela

DE LA TONGOLELE.
PELÍN PELAO, pelín, pelufo,
cuando meneaba la cola se olía un tuf. Pelín pelao,

PELÍN PELACHAS,
se la meneaba a las viejas
y a las muchachas.

PELÍN PELAO, pelín pelunto, así termina la historia y yo pongo el pun- to.